CAPACIDADES BÁSICAS DE ENTRENAMIENTO (1)
LA RESISTENCIA
La resistencia puede considerarse, en términos generales, como la capacidad que posee el cuerpo humano para soportar una actividad física prolongada durante el mayor tiempo posible.
Sin embargo la resistencia se desglosa en dos conceptos según la forma de proveer y emplear el oxígeno:
- Resistencia Aeróbica, también llamada orgánica.
- Resistencia Anaeróbica, también llamada muscular.
- Resistencia Aeróbica:
Cuando se realiza un esfuerzo de larga duración, pero de intensidad moderada, la cantidad de oxígeno que se utiliza es igual a la que se absorbe; hay por tanto un equilibrio entre el aporte y consumo de oxígeno por parte del organismo.
"Esta resistencia está en relación directa con la capacidad de los sistemas circulatorio y respiratorio para abastecer de oxígeno y materias nutritivas a los músculos y transportar hacia los puntos de eliminación los productos de deshecho que se forman durante el esfuerzo".
Según investigaciones, los músculos del corredor de fondo reciben una cantidad suficiente de oxígeno para mantener un estado de equilibrio en el organismo, si la carrera permite mantener las pulsaciones entre 120 y 130-140. Al sobrepasar este límite se produce un aumento de ácido láctico y se contrae deuda de oxígeno. Con 130 pulsaciones por minuto es posible realizar un trabajo dinámico en equilibrio de oxígeno.
Desarrollar y mejorar esta cualidad ofrece la ventaja de poder realizar un trabajo sostenido cada vez con más intensidad en equilibrio de oxígeno, como es el caso del ciclismo de fondos.
- Resistencia Anaeróbica:
Cuando el esfuerzo que se realiza es intenso, la cantidad de oxígeno que se debería consumir en ese momento es muy superior a la que se puede aportar, sin que se pueda establecer el equilibrio, originándose la "deuda de oxígeno", que será pagada cuando el esfuerzo finalice.
"Cuando más intenso es el esfuerzo anaeróbico más elevada es la cantidad de oxígeno para las necesarias combustiones, pero el abastecimiento de éste por el torrente sanguíneo es limitado al igual que su absorción por los tejidos. En esta situación el organismo debe seguir trabajando y rindiendo; es decir, en deuda de oxígeno (con menor cantidad de oxígeno que la necesitada), como consecuencia de lo anterior, se forman en los tejidos (principalmente en el muscular) ácidos que entorpecen el movimiento y el rendimiento, siendo uno de los más abundantes el láctico (el que produce las agujetas).
A este tipo de resistencia se le llama también resistencia de velocidad.
A TENER EN CUENTA
La intensidad de un esfuerzo se establece por las pulsaciones. Se ha de procurar mantener las pulsaciones entre 120 y 140, recomendándose no pasar por encima de las 130, ya que llegando a las 140 aparece la deuda de oxígeno.
Haciendo ejercicios de este tipo, siguiendo las normas, se pueden conseguir estas ventajas a la larga:
-Aumento del volumen/minuto del caudal de sangre del corazón.
-Descenso del número de pulsaciones en reposo.
-Aumento de la capacidad respiratoria.
TÉCNICAMENTE
- Vía aeróbica
La vía aeróbica proporcionará una cantidad ilimitada de energía mediante la combustión aeróbica (con el oxígeno suficiente) de los hidratos de carbono y las grasas.
Los atletas bien entrenados, durante esfuerzos de mediana intensidad, obtienen la energía a expensas, básicamente, de las grasas, con lo cual ahorran parte del glucógeno muscular, y así retardan al máximo la aparición de la fatiga.
Por último, las proteínas, aunque son capaces de proporcionar energía, sólo lo hacen en circunstancias muy especiales en las que no se dispone de hidratos de carbono ni de grasas. Su participación en este sentido es mínima, puesto que su función primordial es de carácter estructural (formar tejidos como los músculos)
- Deportes y vías energéticas
Por ejemplo en las actividades cortas, explosivas y de gran rapidez (lanzamientos, saltos, 100 metros lisos, sprints, etc.), utilizamos la vía anaeróbica.
A medida que aumenta el tiempo de la prueba disminuye su intensidad, tendrán mucha más importancia el sistema del ácido láctico y aeróbico. En las actividades físicas más largas (ciclismo en ruta, maratón, esquí de fondo, etc.), la intervención de los procesos aeróbicos es cada vez más importante.
Todo ello hace referencia al hecho de que, si bien existen ejercicios claramente aeróbicos y anaeróbicos, la mayor parte de actividades deportivas pueden clasificarse como mixtas, puesto que la energía necesaria para realizarlas será suministrada por las dos vías en mayor o menor proporción.
Dentro de la categoría de deportes mixtos podemos incluir al fútbol, baloncesto, tenis, voleibol, 400 y 800 metros natación, 800 y 1500 metros lisos, etc. Todos ellos tienen un componente aeróbico y otro anaeróbico.
Recuerda:
- ¿Qué es la resistencia?
- ¿Qué dos tipos de resistencia existen?
- Si quieres trabajar la resistencia aeróbica, ¿a cuántas pulsaciones debes entrenar?
- ¿Por qué se produce la fatiga y las agujetas?
- ¿Cuáles son las fuentes de energía principales para el deportista?
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